El porno en RV de Madison Wilde es de ensueño. Disfruta de sus mejores trabajos:
#1: Compílame en su lugar
Madison está harta. Su novio lleva horas pegado al portátil: algún estúpido proyecto de trabajo o tal vez jugando otra vez, ¿quién sabe? Lo que sí sabe es que está empapada y sedienta de atención. Vestida sólo con una camiseta de tirantes y unas bragas apenas transparentes, Madison Wilde VR se acerca y se sienta a horcajadas sobre su regazo, chocando contra su polla hasta que por fin se da cuenta. "¿No puede esperar?", ronronea mordiéndose el labio. "Porque yo no puedo". Él intenta resistirse, pero su polla ya está dura, presionando contra sus pantalones. Madison no está jugando. Se arrodilla, saca su grueso pene y lo devora como si estuviera hambrienta. - garganta profunda, náuseas, gemidos, haciendo un lío sucio.
#2: Secretos de familia: Masaje para hermanastra
Madison se machaca en el gimnasio: mallas ajustadas, top corto, cuerpo empapado de sudor. Y cuando termina de esculpir esa figura perfecta, siempre acaba en mi casa, dolorida y necesitada de algo más que descanso. Madison Wilde VR se desnuda sin vacilar, con la piel enrojecida y reluciente, y se tiende para su "alivio" post-entrenamiento. Caliento el aceite en las palmas de las manos y recorro cada centímetro de su tonificado cuerpo: la espalda, los hombros, esa cintura tan estrecha. Pero en cuanto me deslizo entre sus muslos y empiezo a frotarle el coño, empieza a gemir como una chica que lleva todo el día desesperada. Es entonces cuando las cosas siempre dan un giro.
#3: Badass Booty Camp: Madison Wilde VR
Lo que empieza como una simple sesión de entrenamiento se convierte rápidamente en una sucia batalla campal que no te esperabas. Madison, tu ultradelgada e increíblemente sexy entrenadora de campamento, no está precisamente de humor para seguir reglas. Madison Wilde VR está más interesada en sudar la gota gorda entre las sábanas, y tú le has llamado la atención. Pero la cosa no acaba ahí. Harley Haze y Beca Barbie, las dos nuevas campistas, están demasiado ansiosas por estirar algo más que sus músculos. En el momento en que esos ajustados pantalones cortos empiezan a subir por sus culos y caen en esas lentas y provocadoras sentadillas, tu polla ya está palpitando.... Ellos lo saben. Madison lo sabe.
